Agua a la Vista 2011

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Nic-atl-nahuac: un país de agua

En estos últimos años hemos vistos señales alarmantes de cómo está cambiando el clima y otros desastres naturales que nos afectan directamente, solo este año 2010, el terremoto de Haití, el terremoto y tsunami de Chile, la erupción del volcán de Islandia, el derrame de petróleo del Golfo de México y sus consecuencias, los incendios de Rusia, las inundaciones en Paquistán, deslaves en diferentes lugares, el desprendimiento del glaciar en Groenlandia. Todas estas manifestaciones no solo nos han demostrado lo vulnerables que somos ante la fuerza de Naturaleza, sino también parecieran advertencias de la Madre Tierra, diciéndonos que nos estamos quedando sin tiempo, que estamos destruyendo las condiciones ambientales necesarias para nuestra propia sobrevivencia.

Algunos de estos desastres son de los mayores registrados en la historia moderna en todo el planeta. Hace unos años para atrás había un huracán categoría 5 cada tres o cuatro años, ahora hay tres o cuatro huracanes categoría 5 en el mismo año. El aumento desenfrenado del dióxido de carbono CO2 y otros importantes gases de efecto invernadero como el metano, emitidos a la atmósfera es cada vez mayor. Las variaciones naturales durante millones de años de estos gases de efecto invernadero en la atmósfera han influido siempre en el cambio climático, manteniendo los niveles entre 200 y 400 ppm de CO2 hasta inicios de la Revolución Industrial, hace unos 150 años, a partir de ese momento hasta el presente, estos niveles han aumentado hasta entre 1000 y 5000 ppm de CO2.

En Nicaragua y el resto de la región, vivimos año tras año los mismos desastres naturales que se están viendo en el mundo entero, que son parte de ciclos naturales y los efectos causados por el aumento del CO2 en la atmósfera por la actividad industrial de las grandes transnacionales y las políticas económicas de los gobiernos de las grandes potencias. Estos efectos producen más sequía en lugares secos, más inundaciones en lugares lluviosos, más calor en lugares calientes y mas frío en lugares helados, todos tienen que ver con el agua. También tienen parte de la responsabilidad las empresas y los gobiernos nacionales y municipales, sin restarle su responsabilidad a cada uno de los que habitamos este planeta.

Los malos manejos de la basura, los agroquímicos, los desarrollos urbanísticos o turísticos, causan contaminación permanentemente en los ríos, lagos, lagunas y otras fuentes de agua limpia. Igualmente pasa con las concesiones madereras y mineras, en las que no se aplican los controles efectivos necesarios para evitar la contaminación de las fuentes de agua, ni se cumplen con los programas de reforestación, estos incumplimientos causan sequías durante largos periodos de tiempo, dejando a las poblaciones originarias sin fuentes de agua limpia, o sin ninguna fuente de agua durante la época seca, y con inundaciones durante la lluviosa. En las ciudades, en vez de crear más áreas verdes protegidas y de amortiguamiento con sistemas de filtración de agua al subsuelo, que eviten las grandes correntadas que provocan las inundaciones en las zonas bajas donde se ubican las poblaciones más vulnerables, se cubren grandes áreas de cemento para el “embellecimiento de la ciudad”. El acceso al agua limpia o su distribución como un derecho humano, no es igual para todos.

Tal como lo define uno sus significados etimológicos más aceptados de su nombre, Nicaragua: Nic-atl-nahuac (aquí junto al agua), vivimos en un país de agua. Como todos sabemos, el agua representa el 75% en casi todos los seres vivos, somos seres de agua y vivimos en un planeta que esta compuesto por el 75 % de agua. El agua del planeta es inagotable, pero no el agua limpia, la que necesitamos para vivir, el agua que bebemos o con la que nos bañamos, para producir alimentos o para prepararlos. Solamente el 1% del agua del planeta es agua dulce, y la estamos contaminando.


Tema Fantástico, S.A.. Imágenes del tema: MichaelJay. Con la tecnología de Blogger.